Gobierno de Estados Unidos demandó a Coca Cola y PepsiCo: El motivo detrás de la situación
Una demanda presentada por el gobierno de las Islas Vírgenes acusa a ambas compañías de prácticas engañosas y daño ambiental.
Coca-Cola y PepsiCo: Ambas empresas son los principales distribuidores de bebidas saborizadas en Estados Unidos. Foto: Ilustración
Los principales competidores en el negocio de las bebidas saborizadas, Coca-Cola y PepsiCo, enfrentan una demanda presentada por las Islas Vírgenes, un territorio de Estados Unidos y uno de los principales destinos turísticos del país.
El motivo de la demanda contra Coca-Cola y PepsiCo
Según el Consorcio de las Islas Vírgenes, el gobierno presentó la demanda contra Coca-Cola, PepsiCo, sus ensambladores locales y los distribuidores de sus productos, alegando que realizan prácticas engañosas y han contribuido a una crisis ambiental en la región.
“Como parte significativa de la conducta de los acusados, han promocionado falsamente y distribuido plásticos de un solo uso en las Islas Vírgenes, lo que ha generado una crisis de residuos”, se lee en la demanda.
El documento señala que ambas compañías han hecho creer a los consumidores que sus botellas de plástico son totalmente reciclables, mientras que, en realidad, contribuyen a la acumulación de desechos en las Islas Vírgenes. También se denuncia que han participado en lobby para debilitar regulaciones ambientales a nivel global.
En la demanda, citando la página 42 de las quejas civiles, se especifica que la contaminación provocada por ambas empresas es “casi imposible de limpiar en áreas públicas”. Además, se señala que han llenado dos vertederos en EE.UU. casi a su capacidad máxima.
Las autoridades sostienen que Coca-Cola y PepsiCo fabrican y comercializan grandes cantidades de bebidas en botellas de plástico de un solo uso, sin asumir responsabilidad ambiental por la forma en que distribuyen sus productos.
Hasta el momento, ninguna de las compañías ha emitido una respuesta oficial ante la demanda. Sin embargo, en sus plantas han comenzado a implementar cambios, como la sustitución de ciertos tipos de plástico.
Pese a estas medidas, el gobierno de las Islas Vírgenes considera que estos esfuerzos no son suficientes para contrarrestar el impacto ambiental causado por ambas empresas.
