Un error de acuñación en un centavo de 1984 ha elevado su valor de manera inesperada, convirtiéndolo en una joya para la numismática moderna.
Un centavo de 1984 con “doble oreja” puede multiplicar su valor hasta 150 000 veces respecto a su precio original. | Foto: Ilustración
En el mundo de la numismática, algunas monedas aparentemente comunes pueden alcanzar valores sorprendentes debido a errores de acuñación. Un claro ejemplo es la moneda de un centavo de 1984 de Estados Unidos, cuya particularidad lo ha convertido en una pieza sumamente codiciada. Este pequeño tesoro podría representar una ganancia significativa para quien lo encuentre en su colección o en sus ahorros.
El centavo en cuestión presenta un error conocido como “doble troquelado”, visible en la oreja de Abraham Lincoln. Esta anomalía no solo aumenta su rareza, sino que también dispara su precio en el mercado, llegando incluso a venderse hasta por U$D 15.000, según fuentes oficiales especializadas en numismática.
El defecto más importante en esta moneda se encuentra en la oreja de Lincoln, donde es posible observar una duplicación bastante marcada. Este tipo de error, conocido como “Doubled Die“, ocurre cuando el diseño se imprime dos veces de manera desfasada sobre la moneda. Además de la oreja, algunas piezas muestran duplicación en otros detalles como la barba y el cuello de Lincoln.
La rareza y el valor de estas monedas dependen en gran medida de su estado de conservación. Según el Professional Coin Grading Service (PCGS, por sus siglas en inglés), un ejemplar clasificado como MS-68 puede alcanzar los U$D 3 850, mientras que uno en condiciones casi perfectas, es decir, MS-69, podría llegar hasta los U$D 15 000. Estas clasificaciones corresponden a la escala numérica usada para medir la calidad de las monedas, donde MS-70 representa la perfección absoluta.
Para verificar si se posee una de estas valiosas piezas, es recomendable revisar cuidadosamente la imagen de Lincoln usando una lupa. Si se detecta la duplicación, el siguiente paso es enviarla a una entidad reconocida, como PCGS o Numismatic Guaranty Corporation (NGC, por sus siglas en inglés), para su certificación oficial. Solo tras esta evaluación se puede confirmar su autenticidad y calcular su valor exacto en el mercado.
Tener un centavo de 1984 en casa podría ser más valioso de lo que parece. Dado el creciente interés en monedas con errores, este tipo de hallazgos se vuelve cada vez más deseado entre los coleccionistas y podría significar un importante ingreso extra.