Las visitas del ICE sin uniforme ni orden judicial son legales bajo ciertas condiciones. Conocer tus derechos evitará abusos y detenciones.
Un agente del ICE no puede entrar a tu hogar sin una orden judicial firmada por un juez, aunque lleve uniforme o placa oficial. | Foto: Ilustración
Las redadas migratorias en Estados Unidos, intensificadas bajo la administración de Donald Trump, han generado un clima de confusión y temor entre miles de inmigrantes. Los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) han adoptado métodos discretos y en ocasiones engañosos para llevar a cabo detenciones, lo que dificulta distinguirlos de policías locales o incluso de personas que fingen ser autoridades migratorias.
Esta situación obliga a conocer con claridad cómo luce un agente del ICE y cuáles son los derechos que toda persona, independientemente de su estatus migratorio, puede ejercer. Desde solicitar identificaciones oficiales hasta negarse a abrir la puerta sin una orden firmada por un juez, es clave estar preparado para evitar abusos.
Los agentes del ICE suelen vestir de civil o usar chalecos antibalas negros con la palabra “POLICE”. Aunque esto puede parecer una señal de autoridad local, no implica que pertenezcan a la policía municipal. Portan placas oficiales emitidas por el gobierno federal, que cualquier persona tiene derecho a solicitar para verificar su identidad. Además, no están obligados a usar vehículos oficiales, por lo que pueden llegar en autos sin distintivos.
Una estrategia frecuente es hacerse pasar por oficiales de libertad condicional o afirmar que investigan un caso policial para obtener acceso a una vivienda. También recurren a excusas como problemas con un vehículo o la entrega de documentos falsos para que los residentes salgan de sus casas. Estas acciones pueden incluir llamadas telefónicas desde números desconocidos, en ocasiones utilizando el idioma nativo de la persona para generar confianza.
Si alguien se presenta en tu puerta diciendo ser del ICE, tienes derecho a no abrir. Pide que muestren la orden judicial por debajo de la puerta o a través de una ventana. Una orden válida debe estar firmada por un juez federal o estatal, no por un funcionario del ICE. Si no existe esa orden, no estás obligado a permitir el ingreso ni a responder preguntas.
Es recomendable mantener la calma, documentar lo ocurrido —anotar nombres, placas, horarios y detalles— y contactar lo antes posible con una organización de apoyo o un abogado. También puedes grabar el encuentro si es seguro hacerlo. Nunca firmes documentos sin orientación legal, y recuerda que puedes negarte a hablar sobre tu situación migratoria.