Los beneficios ocultos de la ‘Green Card’ para los residentes en Estados Unidos que tienes que saber

La Green Card es el documento entregado por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) que reconoce al inmigrante como un residente permanente.

Sin embargo, lo que muchos inmigrantes desconocen es que la Green Card tiene una serie de beneficios que son desconocidos por la mayoría de los beneficiarios. Conoce en esta nota cuáles son las ventajas que te otorga la residencia permanente en Estados Unidos.

Los beneficios de la Green Card

Uno de los principales beneficios que otorga la Green Card es la posibilidad de solicitar la ciudadanía americana. El trámite de naturalización se puede empezar después de cumplir 5 años de residencia y tendrás que cumplir con una serie de requisitos.

A ello se le suma la libertad de vivir y trabajar en cualquier parte de Estados Unidos. Los residentes pueden escoger el lugar donde establecerse sin miedo a la deportación. Además, pueden adquirir propiedades en el país y expandir su patrimonio.

Otro de los beneficios de la Green Card es el acceso a los servicios y derechos públicos. Entre ellos se encuentra la posibilidad de asistir a escuelas públicas, permitiendo que ellos y sus hijos accedan a una educación de calidad.

Los que son mayores de edad pueden solicitar una licencia de conducir, un documento que cumple el rol de identificación en la mayoría de los estados. Además, la Green Card también les permite enlistarse en las Fuerzas Armadas, brindando oportunidades adicionales de servicio y desarrollo personal.

El residente permanente también tiene acceso a distintos programas del Seguro Social, además de poder trabajar con todos los derechos correspondientes. También puede solicitar visas para su cónyuge e hijos solteros, asegurando que puedan disfrutar de sus derechos como permanencia, acceso al trabajo y educación.

Uno de los beneficios que tienen los residentes permanentes es que pueden viajar al extranjero y regresar a Estados Unidos sin poner en riesgo su estatus migratorio, siempre y cuando no se ausenten por más de un año del país.