Una alimentación adecuada puede mejorar la salud neurológica y reducir notablemente la aparición de dolores de cabeza en la etapa adulta.
Diversos estudios relacionan la deficiencia de vitaminas del complejo B con el aumento de cefaleas en mayores de 50 años. | Foto: Ilustración
A partir de los 50 años, el cuerpo experimenta transformaciones que influyen directamente en el bienestar general. Uno de los síntomas más frecuentes en esta etapa son los dolores de cabeza, cuya aparición suele relacionarse con déficits nutricionales, tensión muscular, deshidratación o cambios hormonales. Por eso, modificar la dieta se convierte en una herramienta eficaz para reducir su frecuencia e intensidad.
Expertos en nutrición recomiendan incorporar ciertos alimentos ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes que fortalecen el sistema nervioso y favorecen la circulación sanguínea. Estos ingredientes naturales no solo alivian las molestias, sino que también ayudan a prevenirlas de forma duradera, siempre que se mantenga una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable.
Espinaca: Este vegetal de hoja verde destaca por su alto contenido en magnesio y ácido fólico (vitamina B9). Ambos nutrientes contribuyen a relajar los vasos sanguíneos, reduciendo la tensión arterial, uno de los factores asociados al dolor de cabeza. Además, su poder antiinflamatorio mejora la oxigenación del cerebro, lo que disminuye la incidencia de episodios dolorosos.
Almendras: Incluir un puñado de almendras en la dieta diaria puede marcar una diferencia significativa. Son fuente de riboflavina (vitamina B2), que ha demostrado reducir la frecuencia de migrañas en estudios clínicos. También aportan vitamina E y grasas saludables que protegen la función neurológica.
Sandía: La deshidratación es una de las causas más comunes de cefaleas en personas mayores. Por su contenido elevado de agua y electrolitos como el potasio, la sandía ayuda a mantener el equilibrio hídrico del organismo. Comerla en días calurosos o después del ejercicio previene la pérdida de líquidos y mejora la función cerebral.
Huevo: Rico en proteínas de alto valor biológico, el huevo también proporciona vitaminas del complejo B, especialmente la B2. Esta vitamina participa en el metabolismo energético de las células cerebrales, lo que ayuda a reducir la fatiga y los dolores de cabeza. Consumido con moderación, es un excelente complemento para una dieta enfocada en el bienestar neurológico.
Adoptar estos alimentos en la rutina alimenticia, junto a una buena hidratación y hábitos saludables, puede disminuir notablemente los episodios de cefalea. Además, consultar con un profesional de salud permite adaptar la dieta a las necesidades específicas de cada persona.
Los cuatro alimentos que debes consumir para evitar los dolores de cabeza después de los 50 años