Así es la moneda con diseño de murciélago y un gran valor en la numismática de Estados Unidos

En 2020, Estados Unidos lanzó una moneda que captó la atención del mundo por su diseño inusual: un murciélago colgado con su cría. Lejos de ser una elección arbitraria, esta imagen buscó visibilizar el papel de los parques nacionales y la importancia de la conservación de especies en peligro.

La pieza pertenece a la serie “America the Beautiful Quarters”, una iniciativa del Departamento del Tesoro que, desde 2010, emite monedas con diseños emblemáticos de reservas naturales del país.

La moneda, acuñada en honor al Parque Nacional de Samoa Americana, muestra a un murciélago frugívoro samoano (Pteropus samoensis), especie protegida y endémica del Pacífico. El diseño fue realizado por Richard Masters y esculpido por Phebe Hemphill, artista de la Casa de la Moneda. Su circulación coincidió con los primeros meses de la pandemia por COVID-19, lo que generó controversia por la asociación simbólica entre los murciélagos y el virus, aunque no existió intención alguna de relacionarlos.

Valor de la moneda y detalles buscados por coleccionistas

Aunque tiene un valor facial de 25 centavos, esta moneda ha logrado una alta demanda en el mercado numismático. Algunas piezas, en perfecto estado o con características especiales, se comercializan a más de U$D 300 en plataformas especializadas. El interés se incrementa si lleva la marca “W”, correspondiente a la Casa de Moneda de West Point, o el grabado “V75” que conmemora los 75 años del fin de la Segunda Guerra Mundial.

Además, ciertas monedas presentan fallas de fábrica que aumentan su valor. Uno de los errores más comentados es el conocido como “blind bat“, donde el ojo del murciélago aparece incompleto o ausente. Este detalle puede elevar el precio de la moneda hasta U$D 30 o más, dependiendo de su estado y rareza. Por ello, los coleccionistas revisan cuidadosamente cada ejemplar en busca de imperfecciones que transformen estas monedas en piezas únicas.

El modelo de 2020 no solo representa una apuesta visual poco común, sino también una oportunidad para resaltar el valor de las especies en riesgo y del coleccionismo como expresión de historia y cultura monetaria.