JD Vance, vicepresidente de Estados Unidos se reunió con el Papa Francisco horas antes de su muerte y recibió una dura crítica.
La breve visita terminó con una contundente crítica de parte del pontífice a las políticas del gobierno estadounidense. Foto: Ilustración.
El polémico JD Vance, vicepresidente de Estados Unidos, fue el último funcionario estadounidense que visitó al Papa Francisco, antes de su fallecimiento el 21 de abril del 2025.
La reunión entre el vicepresidente de Estados Unidos y el Sumo Pontífice fue un encuentro breve en Santa Marta, residencia del Papa en Roma.
La cita se realizó durante la celebración de la misa del Domingo de Resurrección en la Plaza San Pedro.
Francisco se encontraba convaleciente luego de su última internación, lo que horas después derivó en un ictus cerebral que acabó con su vida.
A pesar de tener serias diferencias con Vance y encontrarse fuera de la agenda oficial, Francisco decidió brindarle unos minutos de su tiempo al representante del gobierno estadounidense.
Sé que no se encuentra muy bien, pero me alegro de verle mejor de salud, dijo Vance al Papa. Vance, que hasta el 2019 era protestante, se adhirió al catolicismo ese año. Durante la reunión, el pontífice entregó regalos al vicepresidente en nombre del Vaticano.
Desde que Donald Trump asumió su segundo mandato Francisco tuvo una mirada crítica de su agenda social.
La respuesta del gobierno estadounidense estuvo protagonizada por Vance, representante del pensamiento más conservador de la Iglesia Católica en Estados Unidos.
El 20 de enero, el día que Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos, el Sumo Pontífice envió un telegrama oficial a la Casa Blanca, en donde felicitaba a Trump por su segundo mandato.
Deseo que bajo su liderazgo el pueblo estadounidense prospere y siempre se esfuerce por construir una sociedad más justa, donde no haya lugar para el odio, la discriminación o la exclusión, escribió el Santo Pontífice.
La respuesta a Francisco fue de Vance por instrucción de Trump. Simplemente busquen ‘ordo amoris’ en Google, publicó el 30 de enero, en la red social X.
La contestación del Papa no se hizo esperar: El verdadero ordo amoris que debe promoverse es “el amor que construye una fraternidad abierta a todos, sin excepción”, escribió en una carta abierta a los obispos estadounidenses.
Antes de recibirlo, el cardenal Angelo Comastri leyó su homilía del Día de Resurrección, en donde Francisco insistió con su perspectiva pastoral del otro.
¡Cuánto desprecio se suscita a veces hacia los vulnerables, los marginados y los migrantes!, escribió poco antes de su fallecimiento. Mientras el cardenal Comastri leía esa homilía papal, Francisco atendía a Vance en Santa Marta.
Después regresó a San Pedro para mirar la Plaza y a los feligreses por última vez. Luego de su fallecimiento, Trump y Vance lamentaron el deceso del Santo Padre.
De hecho, Trump confirmó que asistirá al funeral de Francisco y ordenó que la bandera de Estados Unidos ondeara a media asta en la Casa Blanca, los edificios gubernamentales de todo el país e incluso en todas las delegaciones y embajadas en territorio extranjero hasta el cierre del día de su entierro.