A pesar de que se prohibió en 2014, ICE tendrá su oficina en esta prisión para agilizar los procesos migratorios.
ICE en Nueva York: La orden ejecutiva también permite que otras agencias federales operen en el centro penitenciario. Foto: Ilustración.
Una orden firmada por el alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha sorprendido a los inmigrantes que se encuentran recluidos en la isla Rikers, la cárcel más grande de la ciudad. Esto se debe a que se ha permitido que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) establezca una oficina en la penitenciaría.
Esto tiene como objetivo colaborar con las investigaciones criminales relacionadas con pandillas, así como el tráfico de drogas y otros crímenes dentro de las instalaciones penitenciarias.
La presencia de ICE en Rikers facilitará la deportación de los inmigrantes indocumentados detenidos en la cárcel. La orden del alcalde Adams se enfoca en investigaciones relacionadas con el crimen transnacional, bandas violentas y tráfico de drogas.
Sin embargo, ICE no es la única agencia federal que tendrá una oficina en Rikers. La orden ejecutiva también permitirá que el FBI, la DEA, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) y el Servicio de Inspección Postal operen dentro de la prisión.
Esto ha generado opiniones contrarias, como la de Adrienne Adams, presidenta del Concejo Municipal. Ella indicó que es parte de una serie de “eventos preocupantes” relacionados con el retiro de los cargos de corrupción contra el alcalde de Nueva York y su disposición para colaborar con las políticas migratorias de Donald Trump.
Además, Adrienne Adams señaló que esta medida refleja la disposición del alcalde de apoyar las políticas migratorias de Donald Trump. Los críticos señalan que las medidas tienen un enfoque agresivo y por vulnerar el debido proceso. “Es difícil no ver esta acción como un vínculo con la desestimación de su caso y su apoyo a la agenda de deportación extrema”, finalizó.
Este es el motivo por el que ICE abrió una oficina en la cárcel de Rikers Island de Nueva York